lunes, 21 de noviembre de 2011

¿EL NEGOCIO PROPIO?

Muchas veces nos vemos agobiados por las situaciones del día a día. Regresamos a casa cansados, preguntándonos cuando vendrá el cambio, un cambio en la rutina. Tal vez, eso sea porque no estamos viviendo de lo que realmente nos gusta hacer. Nos levantamos todos los días para hacer tareas que no nos gusta. Entonces... ¿Estamos listos para comenzar con una empresa que se dedique a lo que nos guste?.

En este post, les dejo algunos "tips" para ver si estamos o no en el momento de cambiar de rubro.

¿Cambiar o no cambiar? es la cuestión...
¿Empresario yo?

Aunque a muchos la palabra "empresario" les sugiera grandes negocios y poder económico, existen muchos niveles y tipos de empresarios. Un empresario es quién ve oportunidades de negocio y las hace realidad con su trabajo y su capital. Un abogado que creó su estudio y atiende a sus clientes desde allí es un empresario, una docente que fundó su propia escuela privada es una empresaria, los amigos que ponen un comercio para tener un trabajo flexible mientras estudian son empresarios, una mujer que cocina tortas en su casa y las vende a los restaurantes de su barrio es una empresaria también.

En sentido amplio, todo aquel que no está empleado en relación de dependencia y cuyos ingresos dependen de buscar sus propios clientes y satisfacer sus necesidades con productos o servicios, puede considerarse un empresario. Lo es porque enfrenta todo el proceso de un negocio más allá de que trabaje solo o con empleados, de que facture apenas para sobrevivir o de que se trate de una empresa que crece en ventas y sucursales. 

Si bien las empresas y los empresarios son tan variados, todos tienen puntos en común, como la propiedad del capital del negocio, la toma de decisiones, el trabajo integral en todas las áreas del proceso de la empresa, la vocación por dirigirse hacia objetivos y cumplirlos, la toma de riesgos.

un negocio debe ser rentable...
¡! Si lo que estás buscando es desarrollar una habilidad, un talento o una profesión en forma independiente y no te interesa o no te sentís cómodo con vender, comprar, negociar, cobrar y todo el ciclo de negocios tal vez no estás listo para poner en marcha tu propia empresa o debas asociarte con alguien que si tenga ese perfil "comercial".

¡! No hay que confundir negocios de oportunidad con negocios de moda. Las canchas de paddle, parripollos, locutorios, cybercafés y otros fueron negocios para unos pocos que arrancaron a tiempo y saben salir o cambiar antes de que el negocio comience a perder por el exceso de competencia o el paso de la moda.

una pasión puede ser un buen negocio...
Si estás planificando un emprendimiento es importante que tengas en claro por qué lo estás haciendo. Las personas llegan a la decisión de armar un negocio propio por caminos diversos: ser sus propios jefes, hacer mejor las cosas, llenarse de plata, generar un ingreso adicional. Distintas razones definirán distintas expectativas y necesidades a cubrir. El ideal está en alinear la pasión por lo que te gusta con una oportunidad que permita generar dinero para sostener un trabajo independiente o para construir una empresa con potencial de crecimiento. 

¡! Identificá a alguien que haya arrancado un proyecto similar al que tenes en mente y proponele conversar sobre su vida como emprendedor. Si bien una sola experiencia no va a reflejar todo lo que puede ocurrir, es bueno preguntar acerca de los problemas, las dudas, los desafíos y las frustraciones que vivió durante la puesta en marcha de su negocio, y en la vida cotidiana con éste en funcionamiento.

¡! La mayoría de los emprendimientos fracasa por falta de planificación. Si decidís que éste es el momento de tener tu propio negocio, no dejes lo que estás haciendo sin tener un plan sólido de cómo vas a arrancar.

antes de empezar, siempre hay que planificar
¡! Si arrancas un negocio part-time, tené cuidado de no perjudicar a tu actual empleador. No inicies un proyecto competitivo (si das clases de inglés en un instituto privado, no va a ser muy bien visto que hagas lo mismo por tu cuenta mientras seguís trabajando ahí), o uno que interfiera con la empresa en la que trabajas en la relación de dependencia (por ejemplo, ofrecerle tus productos de belleza a las clientas del local donde trabajas). Se perjudicará tu imagen y posiblemente el potencial de crecimiento de tu negocio.

Todos hemos escuchado a algún futuro emprendedor repitiendo: "Algún día voy a tener mi propio negocio" durante años sin dar los pasos necesarios para que éste se haga realidad. Si bien planificar es esencial, es sólo la primera etapa y llega un punto en que hay que poner manos a la obra. Se trata de aprovechar esa adrenalina para izar las velas y lanzarse a la conquista...


Bibliografía: Tu negocio propio ...en tres pasos. El proyecto. Cómo elegir y planificar tu emprendimiento. Guía total para emprendedores. Clarín pymes+.

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